La grave crisis sanitaria mundial por el COVID-19, ha provocado una situación de largo confinamiento, que nunca habíamos vivido; nos causa incertidumbre y nos coloca en una situación de especial vulnerabilidad al temor, la ansiedad, y finalmente a la desesperación, e incluso a la depresión…Un círculo perverso de padecimiento añadido, entre la atención que el proceso infeccioso requiere y las alteraciones que el aislamiento, el ocio y sus expresiones psíquicas las acompañan. De nuestra salud mental en el confinamiento conversamos con Porfirio Hernández Zubizarreta, Psiquiatra, y Presidente de GaituzSport.
- Es la primera vez que nos enfrentamos a una crisis sanitaria de este nivel. ¿Asumir la cuarentena como un ejercicio de responsabilidad voluntario nos ayudaría? Efectivamente, para la mayoría de las personas afectadas por esta situación, resulta una experiencia absolutamente novedosa y las medidas impuestas…Es que la causa de todo ello, el coronavirus, es novedoso en sus comportamientos, efectos… Esta incertidumbre generada por el conjunto, nos subleva y buscamos culpables; rechazando en un primer momento lo que se nos propone, por rabia y aceptándolas, después, más por miedo que otra cosa. Y este es el origen de nuestro malestar psíquico.
Paradójicamente, es sobre este malestar sobre el que podemos actuar desde nuestra voluntad y nuestro quehacer. Y de una forma sencilla, aunque no siempre fácil. Desde un afrontamiento positivo del hecho de no poder salir, del cambio en nuestros hábitos y especialmente en nuestra actividad.
Trasformar el “porqué” del acto en sí mismo, en el “para qué” hacerlo, es el primer y fundamental paso para enfrentar las consecuencias secundarias de todo esto. Que el objetivo no sea no tener miedo o preocupación, son emociones naturales, sino darles un sentido. Entender que con nuestro aislamiento no solo cuidamos nuestra salud, sino que contribuimos al bien común. Si lo asumimos como un ejercicio de responsabilidad colectiva, daremos sentido a la situación y nos colocaremos en posición de afrontarlo de una forma más sana y menos penosa.
- ¿Qué recomendaciones podríamos dar a la población en general para llevar esta situación lo mejor posible?
Entender que con nuestra separación y aislamiento estamos contribuyendo a salvar vidas, es un buen arranque.
Hay algunas medidas más concretas nos pueden ayudar a dejar “de dar vueltas” a lo inevitable: evitar la sobreinformación, generadora de gran ansiedad, sobre todo al estar llena de falsedades, conjeturas, contradicciones…Acudir a las fuentes oficiales más fiables una vez al día, es más que suficiente para saber cómo van las cosas. Dedicar el resto a ocuparnos en otras actividades que llenen nuestro tiempo de forma positiva. Mantener contacto con nuestros seres queridos a través de la tecnología, y mantenernos activos mental y físicamente, se nos antoja decisivo en la prevención de alteraciones psíquicas.
La tecnología nos aporta mil y unas posibilidades distintas de ocupar nuestra mente, pero tan importante como eso, resulta encontrar la forma de cuidar nuestra actividad física a través del ejercicio y la actividad física. Hay que evitar que el sedentarismo se convierta en el acompañante perverso del coronavirus. La gran diferencia es que sobre uno poco podemos hacer, salvo seguir las pautas señaladas por las autoridades sanitarias, pero sobre el otro podemos actuar de forma radical y personal.
- ¿Cómo nos ayuda la práctica de la actividad física y el deporte en estas circunstancias?
Es fundamental porqué el sedentarismo y la desocupación, deja nuestra mente libre a darle vueltas a lo mismo, a buscar constantemente en nuestro cuerpo señales del mal que nos amenaza, uno de los efectos de la ansiedad flotante en estas situaciones de emergencia.
Pero lo peor es que al fin acabamos “somatizando” esa ansiedad, encontrando signos de lo que buscamos. La actividad física además de los conocidos beneficios en cualquier situación, resulta un magnífico antídoto, no solo porque ocupa nuestro tiempo, sino porque lo hace generando signos de salud y bienestar, pruebas de que nuestra maquinaria funciona. Contribuye a ordenar nuestro tiempo, a tener expectativas alejadas del sedentarismo y toda su recua de perjuicios físicos y mentales.
- No podemos salir a las calles, pero estamos conectados por la tecnología. ¿Hablar, seguir en contacto nos ayuda a liberar ansiedad y estrés?
Seguir en contacto, gracias a la tecnología, es un sucedáneo de socialización, que en este momento se convierte en un arma extraordinaria. Pero, hay que cuidar que ese contacto no se convierta en un foro más amplio de compartir pensamientos, noticias, bulos…sobre el virus, porque entonces se convertirá en un refuerzo de todos los males que comentaba antes.
- En el caso de las personas con disCAPACIDAD ¿Hay algún consejo o recomendación especial?
Las personas con discapacidad formamos un grupo enormemente heterogéneo. Me atrevería a decir y creo que no me equivoco, qué como todas las personas, cada uno de nosotros/as somos un mundo, diferentes todos y cada uno. Por eso, no se me ocurre nada distinto, en cuanto al fondo, sobre qué hacer en esta situación con respecto al resto de la población. Lo que cambiaría sería en el cómo implementar en cada individuo esas sugerencias. Si que podremos apuntar aspectos específicos, por grupos con diferentes discapacidades, que nos ayuden a acotar esas formas que, al fin, habrá que aplicar en la persona única y diferente.
- ¿Puedes concretar en alguno de los grupos, alguna especificidad?
Por ejemplo, para las personas con DI, la mayor dificultad consiste en la comprensión de la situación y el alcance del problema. Por eso en los grupos con mayor autonomía habrá que dedicar tiempo y asegurarnos que nuestra explicación es interiorizada (lectura fácil) en los aspectos más importantes. Y en la práctica más concreta cualquier acción que aumente la actividad. Por ejemplo, poder hacer que se encarguen de recados a su alcance permitirá que rompan la monotonía (un gran riesgo es la adhesión a la rutina y al sedentarismo), ayudar a vecinos con necesidades de apoyo (hacer recados a vecinos mayores o con alguna discapacidad que les dificulte o impida hacerlo) y la práctica de alguna tabla de actividad física diseñada por especialistas y para cada persona y sus circunstancias.
Personas del colectivo con TEA y sus familias para las que esta situación es especialmente difícil, más complejos al vivir con enorme dificultad los cambios y rupturas de las rutinas cotidianas. Esta situación de tener que estar en casa, es nueva para todos y todos tenemos que hacer nuevas rutinas. En su caso tenemos que tratar de ayudarles, por ejemplo, en la nueva elaboración al marcar horarios, secuencia de actividades (levantarse, desayunar…) y como parte de ellas una actividad física, como el resto, sin olvidar que deben ser adaptadas a la persona concreta y por especialistas.
No puedo dejar de citar a las personas con disCAPACIDAD mental, qué por razones obvias, son más vulnerables a las secuelas psíquicas de esta situación. Tratar de mantener el apoyo psicoterapéutico necesario (teléfono, correo, skype…) y habitual, si lo hubiera, parecen necesidades generalizables las asociadas a actividades movilizadoras dentro de las posibilidades individuales y preferencias de cada uno.
En los tres grupos abordados, es necesario que los responsables políticos, contemplen en la ley, la excepcionalidad de poder salir de casa, solos/as o acompañados/as para poder contrarrestar el acúmulo de estrés y ansiedad, especialmente marcado en los tres colectivos.
- El COVID-19 es un virus nuevo, por tanto, genera más miedo. Hasta ahora, los colectivos más vulnerables son las personas mayores y las personas con patologías previas. ¿Qué pueden hacer para evitar caer en pánico?
Todo lo que hemos comentado anteriormente se dirige a prevenir o en su caso minimizar, los efectos psíquicos de esta situación.
El pánico no deja de ser una pérdida desmedida del control, con vivencia de muerte inminente, sin que nos ayude a la toma de decisiones para contrarrestar esos efectos. El pánico, podríamos decir que sería la culminación de un estado de ansiedad no controlado. Todo lo dicho anteriormente es el antídoto de todo esto y lógicamente la forma de evitar el pánico como culminación de la ansiedad y estrés generados.
MÁS FUERTES Y UNIDOS
- El País Vasco, y en todo el Estado, en España, estamos siendo ejemplo, en su gran mayoría, de sociedad solidaria, mostrando nuestra responsabilidad unidad y colaboración. ¿Es fundamental para salir adelante mantener este espíritu de unidad?
Sin duda. Las autoridades sanitarias son tajantes al respecto. La única forma de paliar el enorme impacto del coronavirus en nuestra sociedad y en tantos otros países, es la unidad de acción. Cada uno desde su papel y posibilidades, es responsable y protagonista activo de que esto pase lo antes posible y con los menores efectos, de todo tipo, posibles. Pero si no lo hacemos todos y cada uno, de poco nos va a servir.
Somos responsables del bien común.
- ¿Las situaciones difíciles sacan lo mejor de nosotros mismos?
Sí, solo hay que ver las acciones de apoyo, de ayuda que constantemente se generan en nuestro pueblo. Y es que las situaciones límites no dejan espacio a las medias tintas.
Euskadi es un ejemplo de solidaridad en muchas ocasiones y, en esta, sigue dando muestras de su solidez y trabajo en común.
- Un último mensaje de ánimo…
Como dice la canción, “la lucha va a ser brava y el triunfo flor….” Vamos a pasar semanas duras, pero las vamos a pasar. Este pueblo siempre ha dado la cara en los momentos más difíciles y éste es uno más de ellos. Vamos a salir más fuertes y unidos que nunca.
La tecnología nos aporta mil y unas posibilidades distintas de ocupar nuestra mente, pero tan importante como eso, resulta encontrar la forma de cuidar nuestra actividad física a través del ejercicio y la actividad física. Hay que evitar que el sedentarismo se convierta en el acompañante perverso del coronavirus. La gran diferencia es que sobre uno poco podemos hacer, salvo seguir las pautas señaladas por las autoridades sanitarias, pero sobre el otro podemos actuar de forma radical y personal.
Conversación completa entre Porfirio Hernández Zubizarreta, Psiquiatra y Presidente de GaituzSport y Xabier Leizea, Coordinador General de GaituzSport.